sábado, 27 de octubre de 2012

Cómo compartir con tus amigos de otras creencias


Más y más los niños van a encontrarse con amiguitos de otras religiones, religiones que son muy diferentes a cualquier cosa que hayan visto en sus vidas.

¿Cómo deben reaccionar? ¿Qué les deben decir a estos amigos?

Este pequeño estudio les puede ayudar a saber cómo reaccionar a creencias que son diferentes a los suyos.

• Nunca critiques la religión de tu amigo. Comparte verdades que tú conoces de la Biblia acerca de Dios y tu amigo irá viendo las diferencias.

• Ora por las necesidades especiales de tu amigo. Dile que estás orando por él, o, si te deja, ora allí mismo con él. Esto puede tener un gran impacto en su vida.

• Si tu amigo tiene algún problema fuerte en su vida, dile que estás orando por él y, ora en ese momento por él. Esto puede impactar su vida.

• Habla con tu amigo de tu relación íntima con Dios y cómo te ayuda en tu vida.

• Muestra interés en las costumbres diferentes que tu amigo tiene – sus celebraciones, su días festivos, etc. Y esté listo para compartir tus celebraciones cuando él te pregunta.

• Pide a tus papás permiso de invitar a tu amigo a tu hogar para que pueda ver el evangelio vivido entre ustedes.

• Ama a todos, no importa cuál religión o creencia tenga. Que sea tu amigo y poco a poco le puedes estar compartiendo de tu fe en Cristo y tu vida con Dios.


Contribución.
ObreroFiel.com

Aprendiendo con números


Un camino al cielo


Contando la historia: 1, 2, 3…

El número 1 nos habla de unidad. ¿Qué nos puede enseñar? Timoteo vivía rodeado de dioses. Había griegos, romanos, egipcios y fenicios. Sus nombres eran muy variados como Júpiter, Afrodita, Ra y Baal. Pero su amigo Pablo le envió una carta.

¿Sabes qué le dijo?

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.

Así es, de entre todos esos ídolos con cabeza de vaca o alas de paloma, sólo existe uno y ese es el Dios que no vemos pero que creó el universo entero. Los demás tienen boca pero no hablan, oídos pero no oyen, pies pero no caminan. Y sólo hay un mediador – es decir, un camino para llegar a ese Dios - el cual es Jesús.

La raíz   del problema

Dios creó el mundo en el que vivimos. Él te hizo a ti, a tus amigos y familiares.
Cuando formó al primer hombre llamado Adán, platicaba y convivía con él, hasta que el hombre pecó. ¿Qué es el pecado? Es desobedecer a Dios y hacer lo que no le gusta.

¿Tú has hecho cosas malas? La Biblia dice que no hay ni uno que se porte totalmente bien. Acuérdate de las mentiras que has dicho o de la ocasión en que te peleaste con tu hermano.
Dios no tiene pecado, por eso no puede hablar o convivir con nosotros como al principio. Pero Dios nos amó tanto que decidió dar a su único hijo para que muriera por nuestros pecados. Cristo vino al mundo y falleció en una cruz. Su sangre ahora nos limpia de toda maldad. Lo único que tenemos que hacer es creer en él.

No te quiebres (½) la cabeza

¿Creer? ¿Qué es eso? Significa que primero debes aceptar que has hecho cosas malas. Luego debes confiar en que Cristo ya pagó por tus pecados. Sólo díselo, él te escuchará en donde tú estés y desde ese momento te perdonará y vivirá en tu corazón.
Él ha prometido que a los que creen en él les dará vida eterna. Después de la muerte física, iremos con él al cielo, el lugar que ha preparado para sus hijos, donde no habrá dolor, ni llanto. ¿No te gustaría ir a este hermoso lugar? Entonces acepta a Jesús en tu corazón pues es el único mediador entre Dios y el hombre.


Fuente:
www.obrerofiel.com